Para los arminianos, Dios elige a los hombres que ve en el futuro que van a creer en Cristo por su propia decisión Es decir, enseñan una elección condicional. Pero la postura arminiana contradice en diversas manera la Escritura. Ignora la enseñanza bíblica de que el hombre está totalmente depravado, que Dios eligió de acuerdo a su beneplácito y que la fe es un don de Dios. ¿Por qué nosotros creemos en una elección incondicional? En primer lugar, porque la Biblia es clara respecto a esto. Y en segundo lugar, porque los mismos atributos de Dios, su independencia, su soberanía, su omnisciencia, etc., nos llevan a la inevitable conclusión de que la elección es incondicional. Esta doctrina debe producir en nosotros consolación, humillación, adoración y santidad.