Uno de los libros más amados por los cristianos es El Progreso del Peregrino. Esta alegoría fue escrita por John Bunyan, quien nació en el año de 1628 en un pequeño poblado llamado Elstow, en Bedford, Inglaterra. Antes de llegar a ser el famoso escritor y predicador puritano, Bunyan fue un humilde calderero que vivía esclavizado a sus pecados. Pensar en los terrores del infierno y en la muerte, entre otros eventos, llevaron a Bunyan a preocuparse por tener una vida religiosa. Esto lo llevó a caer en el legalismo, tratando de obedecer los mandamientos en sus propias fuerzas. Pero un día llegó a conocer la obra del Espíritu Santo en su corazón y pudo conocer al Señor.