Dios está airado

«Porque Dios es santo, Dios odia el pecado, y porque él odia el pecado su enojo hierve en contra del pecador» (Pink). La Biblia nos da abundante testimonio respecto a la ira de Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. La ira de Dios no es como la de los hombres, pasional, reaccionaria o tiránica. La ira de Dios es la manifestación voluntaria de la santidad de Dios en contra del pecado. Es una forma humana de describir la santa repulsión de Dios al pecado y el castigo que infringe. Como cristianos podemos estar seguros de que Cristo llevó la ira que nos correspondía, y al mismo tiempo somos alentados a evangelizar porque cada día pecadores están yendo la infierno.

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