Es una gran pena que la doctrina de la soberanía de Dios sea tan despreciada en el cristianismo de nuestros días cuando la enseñanza de la Biblia es clara al respecto. Joel Beeke dice que «Dios es soberano, esto es, él es el Señor supremo que gobierna sobre todo.» Dios es soberano en cuanto a su decreto, en la creación, en la providencia, y en la elección y condenación de los hombres. ¿Por qué Dios puede hacer todo cuanto le place? Porque él tiene todo el derecho de gobernar. Además, él es el Creador de todas las cosas y de él es la tierra y su plenitud; pero además él preserva y sustenta todas las cosas. Por si esto no fuera suficiente, Dios es Redentor y su pueblo debe de reconocer su dominio absoluto. ¡Cuánta confianza y temor debe producir esta doctrina en los corazones de los hombres!