Cristo: Profeta, Sacerdote y Rey

La aplicación de la redención es el tema central de los párrafos 8, 9 y 10 del 8vo capítulo de la Confesión de Fe de 1689. Adán había fallado en ser el profeta de Dios al no vencer la tentación declarando la palabra de Dios. Adán falló como sacerdote al no guardar de lo inmundo el primer templo del jardín del Edén. Adán falló como rey al no someter toda la creación bajo su dominio para hacer de toda la tierra un santuario. Como el segundo Adán, Cristo ejerció los oficios de Profeta, Sacerdote y Rey en su plenitud, siendo nuestro completo y único Mediador.

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