Lección 3: Convocación y bendición

Recordemos que nuestra reunión de nuestra adoración busca representar el drama y los principios teológicos de la historia de la redención. Nuestra liturgia es teológica, además de representar, lo que busca es hacer de una manera particular estableciendo las partes y elementos desde las mismas Escrituras, lo cual obedece a lo que llamamos principio regulador.
¿Qué es la convocación? El llamado a la adoración es aquella parte de la adoración en la cual el pastor de la iglesia, el hombre de Dios, llama al pueblo a adorar a Dios. O en otras palabras, la convocación es el llamado de Dios a su pueblo a cumplir aquella cosa, para lo cual fue adorarle. Como sabemos, nuestra adoración implica una respuesta. Y esta se expresa de diferentes maneras.

  • Estar puntuales
  • Estar atentos
    El llamado, la respuesta y finalmente la salutación o confirmación son parte de lo que llamamos la convocación. ¿Qué es este último elemento? Es importante asegurar a la iglesia después de que ha pedido el auxilio de Dios de que Dios se lo dará.
    La bendición es el acto de Dios de bendecir a su pueblo por confirmarles que su nombre está sobre ellas para bien en Cristo Jesús, y, por lo tanto, fortalece para que les sirvan.

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