Beatitudo Dei: Dios es beato

Cuando decimos que Dios es beato, nos referimos a que él es felicísimo, que él tiene plenitud absoluta. Dios está libre de todo mal interno, y ningún mal externo lo puede perturbar. Por el contrario, Dios es bienaventurado porque tiene todo bien en él y no le falta nada. Esto tiene implicaciones para nosotros como seres humanos; nuestro corazón fue hecho para buscarlo a él y solamente en él podemos encontrar la plena felicidad del alma, pues al tenerlo a él lo tenemos todo. Y esto únicamente lo podemos gozar por medio de Cristo, en parte en esta vida, y de forma consumada en la eternidad.

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