Dirección:
Isla Eliot 3736
Col. Villa Vicente Guerrero
Guadalajara, Jalisco
CP 44987
La parábola de los dos ladrones en la cruz
- Por Hiram Novelo
- Serie: Conferencía anual 2024 - Teología y Piedad Puritana
- Fecha: 15/11/2024
Los dos ladrones representan a toda la humanidad, pero con destinos distintos. Uno, endurecido por el pecado, rechaza a El Salvador. El otro, en su agonía, reconoce su culpa y clama a Jesús: «Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino» (Lucas 23:42). En respuesta, el Señor le concede la promesa más gloriosa: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43).
Este pasaje nos enseña varias verdades fundamentales:
La salvación es por Gracia: El ladrón arrepentido no podía hacer obras, ni bautizarse, ni cumplir mandamientos. Su fe en Jesús le bastó para recibir la promesa del paraíso. Así, aprendemos que nuestra salvación no es por méritos humanos, sino por la gracia de Dios (Efesios 2:8-9).
El corazón del hombre es probado ante Cristo: Ambos ladrones estaban en la misma situación, pero sus respuestas fueron diferentes. Esto nos recuerda que, ante la cruz, cada ser hombre responderá al rechazar a Cristo o al rendirse a Él en fe y arrepentimiento.
Jesús tiene autoridad para perdonar pecados: Aun en la cruz, sufriendo el castigo por nuestros pecados, Jesús extiende misericordia y perdón. Su autoridad no está limitada por la circunstancia; Él es el Rey que puede dar la vida eterna.
Nunca es tarde para volvernos a Dios: Aunque este ladrón encontró salvación en el último momento, no debemos usar esto como excusa para retrasar nuestra entrega a Cristo. Más bien, nos muestra que, debemos aprovechar este día para vivir en arrepentimiento.
Reflexión Personal
Hoy, cada uno de nosotros se parece a uno de estos dos ladrones. ¿Somos los que endurecemos el corazón y rechazamos a Cristo, o somos los que reconocemos nuestra necesidad y nos rendimos a su misericordia? La cruz nos llama a tomar una decisión. No dejemos pasar el momento de gracia que Dios nos ofrece hoy.
Que esta enseñanza nos motive a confiar plenamente en la obra de Cristo, a vivir en gratitud por su amor, su misericordia y a compartir este mensaje de esperanza con quienes aún no le conocen. Jesús sigue llamando y ofreciendo vida eterna a todo aquel que viene a Él.
Compartir: