El Pastor Salomón quiere que reflexionemos en dos circunstancias debajo del sol. La primera es que hay sucesos en esta vida que no tienen explicación, al justo y al injusto les pasa la misma cosa. La segunda es que la muerte es segura y repentina para todos. Así que Salomón nos instruye cómo debemos vivir, y su enseñanza va en contra de lo que muchos hoy en día piensan que es la santidad. Porque un hombre santo no es el que pone la cara más seria o amargada. La santidad significa gozar de todo lo que Dios nos ha dado en la forma en la que él nos ha mandado, incluyendo comida, esposa y trabajo. La vida que Dios nos ha dado ha de vivirse con pasión, y esto incluye la pasión por servirlo a él.