Un reino eterno, firme y misericordioso (1 Reyes 1)

El primer libro de los reyes comienza con la sucesión del rey de Israel. La vida de David estaba llegando a su fin, por lo que decidió traspasar el gobierno a su hijo Salomón. Sin embargo, Adonías quería ser el rey y decidió oponerse y rebelarse a David su padre. A pesar de ello, Salomón fue establecido como rey sobre Israel y tuvo a bien perdonar a su hermano Adonías. Esta historia nos apunta al reinado de Cristo, el cual permanece para siempre a pesar de la rebeldía de los pecadores, además de que es un reinado lleno de compasión y misericordia para aquellos que se humillan y se arrepienten de sus pecados. ¡Solamente por gracia hemos sido recibidos a misericordia en el reino de Cristo!

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