Los primeros 17 versículos tratan sobre le leyes concernientes a la propiedad dañada. El pueblo de Dios debe de reflejar la honestidad, el respeto y la sinceridad con respecto a las posesiones ajenas. Pero hay dos versículos que pueden resultar controversiales para la mente moderna sin Dios, pues nos enseña que una doncella que vive bajo el gobierno de su padre es de su propiedad. Esto tiene aplicación para los jóvenes que actualmente viven bajo autoridad. Ellos tiene la obligación de honrar a sus padres tanto en su presencia como en su ausencia. Pero este pasaje también es una exhortación para los padres que en lugar de honrar a Dios, honran más a sus hijos al permitirles pecar para que se condenen. Finalmente, este capítulo nos recuerda que debemos de dar lo mejor de nosotros al Rey de reyes.