Un canto de la gracia y la justicia de Dios (Deuteronomio 32)

Moisés tenía 120 años cuando compuso el canto que encontramos en este capítulo. Ahora, al final de sus días, podía reflexionar sobre el carácter y obras de Dios durante todos esos años, pero al mismo tiempo había visto la terrible condición del corazón del ser humano en el pueblo de Israel. Moisés, entonces, comienza exaltando la gloria de Dios y sus atributos para después hablar de que el pueblo de Israel menospreció a este Dios que los había salvado. Así que Dios prometió un juicio por el pecado del pueblo. Sin embargo, en medio del juicio Dios reveló su gracia y misericordia para pecadores indignos, proveyendo de salvación y prometiendo hacer expiación por el pecado. Todo esto apuntaba a la obra de salvación del Señor Jesucristo, quien por su obra perfecta de salvación, libro a su pueblo del juicio y los introducirá a la tierra prometida.

Compartir: