Nuestra dependencia del Espíritu Santo (Éxodo 35)

A partir de este capítulo, Moisés comienza a narrar la construcción del tabernáculo. Aunque en este capítulo tenemos un recordatorio para Israel de la forma en la que debían guardar el Día de Reposo y la cuestión de la ofrenda, nos enfocaremos en la tercera parte que hace un énfasis en la obra del Espíritu Santo para capacitar a los hombres que iban a construir el tabernáculo. Cada uno de ellos necesitaba el poder y la capacitación del Espíritu Santo para llevar a cabo la obra de su ministerio. Esto nos enseña que todos estamos en gran necesidad del Espíritu Santo, tanto para nacer de nuevo, así como para continuar y terminar la carrera de la fe. Que seamos convencidos de nuestra independencia pecaminosa, para que podamos vivir en mayor dependencia del Señor a través de los medios de gracia que nos ha dejado.

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