No tendrá por inocente al culpable (Deuteronomio 21)

El sexto mandamiento «No matarás» implica que el hombre debe vivir en justicia. Esto es aplicado por Moisés a dos aspectos de la vida de Israel. El primer caso es el del hallazgo de un hombre asesinado sin que se sepa el culpable. En este caso se debía quebrar la cerviz de un animal para manifestar que el castigo fue ejecutado. Esto nos enseña que el pecado realmente es una violación a la ley de Dios y no puede ser pasado por alto y dejado sin castigo. El segundo caso es respecto al divorcio y a la poligamia, circunstancias que reflejan la maldad y dureza del hombre, pero que debían ser reguladas para evitar injusticias. Esto nos exhorta a velar y orar por el buen funcionamiento de nuestros matrimonios para que muestren la gloria de Dios. Adicionalmente, este capítulo nos muestra el desagrado de Dios para con aquellos que violan el quinto mandamiento siendo rebeldes a sus padres. Al considerar la gravedad del pecado y que Dios no lo puede pasar por alto, podemos valorar más la paz que tenemos para con Dios por medio del Señor Jesucristo al morir en nuestro lugar y pagar nuestras deudas.

Compartir: