¡No teman! Dios está con ustedes (Deuteronomio 31)

Moisés, debido a su preocupación por el bienestar del pueblo, pronuncia una despedida y los anima a esforzarse y cobrar ánimo y a no poner su confianza en el hombre, sino en el Dios que estaría con ellos. De aquí somos instruidos a tener cuidado no poner la esperanza en uno o varios hombres debido a su inteligencia o poder, sino a depender continuamente del Espíritu Santo que es el que hace avanzar y prosperar la iglesia. Además, este texto nos hace contemplar la superioridad de Cristo sobre Moisés. Porque Moisés dijo, «Yo voy a mis padres, pero Josué me sustituye,» mientras que Cristo dijo, «No se turbe vuestro corazón, yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo.»

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