Podemos resumir lo que se narra en este capítulo con la palabra “renovación”. Dios liberó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, le dio leyes y le mandó que solamente lo adoraran a él conforme a lo que había establecido. Pero en cuanto Moisés subió al monte, el pueblo violó los mandamientos del Señor, quebrantando el pacto que se había establecido. Y lo que tenemos en este capítulo es la renovación del pacto a pesar de la infidelidad de una de las partes. Esta renovación solo pudo darse por el amor y la gracia de Dios. ¿Cuáles son las responsabilidades de los beneficiarios del pacto? Una separación de las cosas que contaminan la devoción a Dios, una entrega sacrificial, y el apartar un día para la adoración a Dios.