En este capítulo Moisés es rescatado del río recordándonos que el Señor tiene cuidado de su pueblo y en su providencia orquesta todo para proveer su liberación. Además, el tema de Dios haciendo un pueblo para sí mismo se reitera ahora en el pueblo de Israel. Con el fin de guardar al libertador de Israel el Señor usó a 3 mujeres. Pero Moisés era un hombre imperfecto que solo apuntaba al verdadero Salvador. Nuestro Señor Jesucristo sería un libertador perfecto que vendría a vencer a todos nuestros enemigos, el pecado, la muerte y el diablo al satisfacer la ira de Dios.