La oración de Ana (1 Samuel 1)

Ana había estado afligida porque no había podido concebir hijo, así que ella derramó su corazón ante Dios en oración, reconociendo que el Dios Todopoderoso podía escucharla. La oración de Ana es un ejemplo de una oración genuina de la cual podemos obtener algunos principios. En primer lugar, debemos examinar que nuestras peticiones y deseos sean santos. En segundo lugar, debemos acercarnos a Dios reconociendo nuestra incapacidad y el gran poder de nuestro Dios. Por otro lado, el nacimiento y de Samuel y su entrega para el servicio a Dios es un anticipo de Cristo, el Hijo amado del Padre que nos fue dado para establecer el reino de Dios.

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