La ofrenda de comunión (Levítico 3)

En la Biblia las comidas suelen ser muy significativas. Y la ofrenda de este capítulo no es la excepción. A diferencia de otros sacrificios, en este no solamente el sacerdote podía tomar del animal, sino que aquel que ofrendaba también participaba del sacrificio. De esta manera cualquier persona del pueblo de Israel podría tener comunión con Dios, y gozarse con sus hermanos. Es por ello que se le llama ofrenda de comunión. Aunque también podía ofrecerse como acción de gracias por haber sido librado de alguna dificultad o como una forma de pagar votos. En el Nuevo Pacto la Cena del Señor guarda muchas similitudes con esta ofrenda, pues es a través de este sacramento que tenemos comunión con nuestro Dios y expresamos nuestra unidad con la iglesia.

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