En este pasaje el Pastor Salomón trata el tema de las riquezas, o para decirlo de una manera más general, va a tratar la doctrina bíblica de cómo usar el dinero. Lo que poseemos no es nuestro, sino que nos ha sido dado por Dios para administrarlo. Por un lado, es erróneo pensar que es más santo estar en un estado de pobreza que ser rico. Pero es igual de erróneo pensar que las riquezas son el fin de todas las cosas. Por ello, Salomón quiere que desistamos de hacernos ricos, porque las riquezas son inseguras, temporales, causan grandes frustraciones, y otros terminan disfrutando de ellas. ¿Cómo estás utilizando tu dinero y posesiones? ¿Estás impedido a servir a la iglesia del Señor por tus riquezas? ¿Estás viviendo en todo tipo de lujos? ¿Estás gastando tu dinero en ti mismo solamente?