La morada del Señor (Éxodo 40)

En este capítulo Moisés erige el tabernáculo. O dicho de otra manera, en este capítulo el jardín del Edén es reconstruido. Es una nueva creación. El jardín del Edén era un lugar precioso porque la presencia de Dios habitaba allí, pero Adán pecó y fue echado de delante de la presencia de Dios. Ahora el tabernáculo es la casa del Señor y el demuestra su complacencia al descender en forma de nube, confirmando que su presencia bondadosa estará con el pueblo. De esta manera, Dios cumplió sus promesas dadas a Abraham, Isaac y Jacob. Pero ahora Cristo es el único templo por el cual podemos gozar de la presencia de Dios por la fe, y todos aquellos que están unidos a él forman parte del templo que el Señor está edificando como su morada.

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