La fidelidad de Dios (Josué 21)

Podemos resumir el contenido del libro de Josué en una palabra: Fidelidad. No la fidelidad de Josué, ni la fidelidad del pueblo de Israel, sino la fidelidad de Dios. Todo se había cumplido conforme a lo que Dio había prometido. De aquí aprendemos que todo bien que recibimos en la vida cristiana se debe a la fidelidad de Dios, que nuestra confianza en la palabra de Dios debe basarse en su fidelidad, y que Dios se lleva toda la gloria en sus obras. Sin embargo, el libro de Josué nos muestra que todavía quedaban pueblo por derrotar y tierra por conquistar. Esto nos muestra que la promesa se había inaugurado pero no había sido consumada. De la misma manera, en el Nuevo Pacto el reino de Dios ha sido inaugurado, pero todavía esperamos su consumación cuando recibamos el reposo eterno. Y la única razón por la que podemos tener seguridad de que llegaremos al final es porque Dios es fiel y no nos va a dejar ni a desamparar.

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