La conquista de Jericó (Josué 6)

La destrucción de los muros de Jericó quizá es el evento más recordado del libro de Josué. Dios mandó al pueblo de Israel que dieran una vuelta caminando alrededor de la ciudad por seis días, que en el séptimo día dieran siete vueltas y finalmente tocaran trompetas y el pueblo gritara para que los muros se derrumbaran y conquistaran la ciudad. Esta inusual victoria se debía a que Dios mismo iba con ellos, lo cual nos enseña que la iglesia no lucha sola, sino que Dios es el que da la victoria a su pueblo. Por otro lado, este evento nos recuerda que Dios se complace en hacer grandes obras de salvación de formas inusuales. Y esto nos lleva al evangelio, porque Dios libró a su pueblo de la muerte mediante la muerte de Cristo.

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