La ceguera espiritual (Jueces 17)

La historia que encontramos en este capítulo nos revela la lamentable realidad de la ceguera espiritual. La madre de Micaía era una mujer avara que alaba a Dios cuando encuentra un dinero perdido y dedica ese dinero para el servicio a Dios. Micaía pensaba que alababa a Dios y que el Señor lo prosperaba mientras tenía su casa llena de ídolos. Y el levita, un hombre apartado para Dios, pervierte su santo oficio. De la misma manera, muchas personas hoy en día piensan que adoran a Dios, que están bien con él y que son receptores de su cuidado, mientras van camino al infierno. Así que la iglesia es amonestada aquí a ser fieles a la palabra de Dios y a guardar el santo evangelio de Cristo para que Dios sea adorado como él demanda.

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