En este capítulo José sigue probando a sus hermanos para comprobar que Dios ha obrado en sus corazones. El evento del descubrimiento de la copa de José en el saco de su hermano menor Benjamín nos revela dos cosas. En primer lugar, nos revela el arrepentimiento que habían experimentado los hermanos de José al demostrar un alejamiento de la práctica del pecado, un reconocimiento de su culpabilidad ante Dios y un andar en buenas obras. En segundo lugar, el ofrecimiento de Judá como sustituto de su hermano Benjamín para que este no tenga que padecer nos revela una hermosa imagen del evangelio, en la que Cristo ofrece voluntariamente su vida por su pueblo.