Jefté: Un libertador rechazado (Jueces 12)

La conclusión de la historia de Jefté nos enseña acerca de lo destructivo que son los malos pensamientos, la envidia y los celos. La iglesia del Señor es exhortada aquí a guardar su corazón para evitar todo pecado que pueda ser causa de división. Para eso es necesario que cada cristiano busque continuamente ser lleno del Espíritu Santo y de su fruto para amar a sus hermanos y permanecer en unidad. Ademas, Jefté nos señala a nuestro Señor Jesucristo, porque ambos fueron libertadores victoriosos, pero fueron rechazados por sus hermanos. Solo es por el poder el Espíritu Santo que podemos apreciar y recibir la obra de Cristo para el perdón de nuestros pecados.

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