Incredulidad y temor en la vida del cristiano (1 Samuel 21)

Aunque David fue un hombre conforme al corazón de Dios, hubo ocasiones en su vida cuando la incredulidad y el temor se apoderaron de su corazón. De su vida aprendemos que la incredulidad nos puede llevar a dejar de buscar el consejo del Señor y a confiar en nuestra propia prudencia y fuerzas, además de que nubla el entendimiento y nos hace caer en pecado. Por otro lado, este capítulo nos muestra el carácter fiel y compasivo de Dios, quien sigue sustentando y protegiendo a su pueblo incluso cuando este es infiel. Así mismo, Dios usa nuestras debilidades para corregirnos y que aprendamos que no debemos atemorizarnos del hombre, pues Dios es nuestro refugio y en quien tenemos una verdadera esperanza.

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