Haciendo la voluntad de Dios (2 Samuel 3)

Este capítulo comienza diciendo: «Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, y la casa de Saúl se iba debilitando» (v. 1). En medio de este conflicto político, Abner, quien fuera comandante del ejército de Saul, muestra que su corazón es guiado por la ambición, buscando su propio beneficio e intereses en lugar de hacer la voluntad del Señor. De aquí somos llamados a examinar nuestras vidas para ver si queremos hacer nuestra propia voluntad o la de Dios. En contraste con Abner tenemos a David, quien era un hombre de convicciones que buscaba siempre depender de Dios y hacer su voluntad. David no solo es un ejemplo para nosotros sino que es una sombra de Cristo, quien siempre hizo la voluntad de su Padre hasta la muerte.

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