Finees ha hecho apartar mi furor (Números 25)

El pueblo de Israel tomó mujeres de otras naciones, quebrantando así los mandamientos de Dios, y en consecuencia recibieron la disciplina de Dios, pues él es santo. En medio de este evento un hombre se levantó mostrando el celo que tenía por Dios. Su nombre era Finees. Aunque es necesario considerar que Finees vivía en un contexto particular dentro de la historia de Israel, su actitud nos enseña a ser celosos por la santidad de Dios. Este celo debe comenzar en nuestra propia vida, pero también debemos ser celosos por la iglesia de Dios. Finees también nos muestra a Cristo como aquel que apartó la ira de Dios. Finees mató un israelita, pero Cristo se sacrificó a sí mismo para apaciguar la ira de Dios.

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