Envejeciendo en el Señor (Génesis 48)

Este capítulo nos enseña cómo hacernos viejos en el Señor, pues tenemos a un Jacob demostrando la más grande expresión de su fe. Hebreos 11:21 nos dice «Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara.” Al adoptar como sus propios hijos a Efraín y Manasés, Jacob estaba dando una doble porción de herencia a José pero además, estaba transmitiéndoles que ellos no pertenecían a Egipto y sus palacios, sino al pueblo de Dios y su reino. Finalmente, Jacob cruzó sus manos para dar la mayor bendición al hijo menor y no al primogénito. Esto nos dirige a una ocasión en que Dios también dio la mayor bendición a quienes no lo merecían.

Compartir: