El peligro de la hipocresía y de la venganza (2 Samuel 3)

Abner intentó incrementar su poder en el pueblo de Israel al exaltar a Is-boset, hijo de Saúl. Posteriormente buscó hacer un pacto con David prometiéndole ayudarle a confirmar su reino sobre todas las tribus de Israel. David acepta el pacto y establece la paz con el astuto Abner. Cuando Joab se enteró de que David dejó ir en paz a Abner, se enfureció y decidió vengarse y asesinarlo a sangre fría. Esta historia nos advierte contra el peligro de la hipocresía, ya que nadie puede burlarse de Dios. Además nos advierte contra el peligro de los deseos de venganza. Más bien, debemos seguir el ejemplo de David y de Cristo, quienes perdonaron a sus enemigos y les dieron la paz.

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