A partir de este capítulo hay un cambio drástico en la narrativa de Éxodo pues nos encontramos con las leyes del pacto, también conocidas como “el libro del pacto”. Estas leyes fueron dadas como una aplicación de los 10 Mandamientos a la vida social particular de Israel, aunque no de manera exhaustiva. En este capítulo tenemos algunas leyes respecto a la esclavitud, respecto a la violencia y respecto a la propiedad y la prudencia. Cada una de estas leyes tenía el propósito de que los israelitas reflejaran la bondad y justicia de Dios, su redentor, y nosotros podemos aprender a aplicar el Decálogo en todas las situaciones de nuestra vida reflejando de igual manera el carácter de nuestro Salvador, de quien hablaba Moisés y los profetas.