El diluvio (Génesis 7)

El lenguaje que encontramos en Génesis 7 es de juicio y destrucción. El diluvio no fue un simple acto de la naturaleza, sino un juicio directo de Dios para toda la humanidad por causa del pecado. El designio del corazón del hombre era hacer solamente el mal y Dios no permanece indiferente ante el pecado sino que derrama su juicio. No obstante, vemos que la misericordia de Dios resplandece cuando, de entre toda la humanidad, solo ocho personas son salvadas. Dios muestra su fidelidad al preservar la simiente de la mujer para que destruya a la simiente de la serpiente. Por otro lado, así como el arca era el único medio de salvación provisto para Noé y su familia, de la misma forma Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres en quien hayamos el perdón de nuestros pecados.

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