Dios proveerá un cordero (Génesis 22)

Este pasaje de las Escrituras es muy familiar para todos los cristianos. Dos cosas son bastante evidentes. La primera es que Dios probó la fe de Abraham, no porque la desconociera, sino para que Abraham pudiera darse cuenta de cuál era su condición en cuanto a su fidelidad para con Dios y le pudiera honrar con su obediencia. En segundo lugar, este evento anticipaba algo mayor en el cual Dios proveería de un Cordero para la necesidad más apremiante de su pueblo. Isaac prefiguraba a Cristo, no solo en cuanto a su obediencia hasta la muerte, sino también en su resurrección. Dios se proveyó un Cordero por el cual quitó el pecado de su pueblo.

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