En este capítulo se vuelve a tratar la ofrenda de comunión. Sin embargo, aquí se dan más detalles respecto a la forma en que esta ofrenda debía de celebrarse. ¿Por qué era importante ahondar en estos detalles? Porque era en esta ofrenda donde más personas participaban. Era algo muy santo y si alguien no seguía las instrucciones, sería cortado del pueblo y echado fuera para estar alejado de las promesas de Dios. ¿Qué nos enseña esto? Que aunque Dios nos da el privilegio de participar en sus servicio en diferentes áreas con nuestras manos, mente y corazón, no debemos de tratarlo con ligereza.