En este capítulo encontramos un resumen de las fiestas religiosas del pueblo de Israel. Todo el sistema religioso del Antiguo Testamento tenía como uno de sus objetivos principales nutrir la esperanza del mesías futuro. De esta forma, la pascua anticipaba al Cordero pascual que recibió la ira en nuestro lugar; la celebración de los panes sin levadura anunciaba la separación de la contaminación del pecado y de este mundo por la obra de Cristo; la fiesta de las primicias apuntaba a la resurrección de Cristo; el Día de la expiación esperaba su cumplimiento en la muerte de Cristo; la fiesta de los tabernáculos anticipaba a Cristo como la fuente de agua viva; el día de reposo fue cumplido por Cristo cuando proveyó paz y reposo a su pueblo.