Cristo: Un victorioso salvador (1 Samuel 18)

Este capítulo nos provee de dos enseñanzas. En primer lugar, nos habla de la hermosura de la amistad por medio del ejemplo de Jonatán y David. En una amistad verdadera se busca el bien del otro no por algún compromiso, sino por puro afecto. Eso nos recuerda del amor de Cristo para con nosotros los pecadores, pues Jesús mismo dijo que «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos». En segundo lugar, este capítulo nos narra cómo Saúl tuvo celos de David y esto lo llevaba a tratar de ponerle trabas para hacerlo caer o morir. De la misma forma, nuestro Señor Jesucristo tuvo diversos enemigos que intentaron estorbarle en el cumplimiento de su obra. Pero como David, Cristo siempre salió victorioso, incluso en el mismo momento de su muerte en la cruz. Teniendo tan grande y victorioso salvador, la iglesia nunca podrá ser vencida.

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