Cuando leemos el libro de Rut es posible que contemplemos la belleza de la historia y que perdamos de vista al personaje central. Si bien es cierto que Rut y Booz pueden ser tomados como ejemplo de virtud, no obstante tanto ellos como Noemí son los personajes secundarios, pues el personaje principal es Jehová, el Dios del pacto. Y eso lo podemos observar por medio de tres palabras que resumen el capítulo 2: casualidad, cumplimiento y comienzo. Aunque las cosas en esta vida parecieran suceder por casualidad, la realidad es que todo es dirigido por Dios en favor de su pueblo, por el Dios que cumple sus promesas y que nos permite disfrutar el comienzo de la redención que culminará en el día final.