¿Buscas el favor de los hombres, o el de Dios? (2 Samuel 4)

El reinado de David comenzó con no poca oposición. Sin embargo, nada podía frustrar los planes y promesas de Dios de que David sería el rey de Israel y que de él vendría Jesús, el Mesías. Además de mostrarnos que el plan redentor de Dios siempre se cumple, este pasaje nos advierte en contra de buscar el favor de los hombres en lugar de agradar a Dios. Unos hombres habían traicionado y matado a Is-boset, y pensaron que David los recompensaría. Pero David vio esto como un grave acto de traición y los condenó a muerte. Recordemos siempre que la verdadera forma de agradar a los hombres es buscando siempre agradar a Dios.

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