El resultado de la justicia de Dios es el espíritu de Dios en la vida del cristiano. En dos puntos, Pablo responde este asunto: la pregunta: ¿Qué, pues, diremos que perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? Pablo hace esta pregunta después de haber explicado que somos salvos por la justicia de aquel uno que nos puede librar y por el cual somos justificados, y antes de eso había dicho que somos reconciliados con Dios por Cristo, ha enfatizado que somos justificados por la fe, había mencionado que somos justificados los la justicia de Dios. La razón de esta pregunta es por qué la enseñanza de Pablo por la justificación por la fe que no lleva a la impiedad de la falsa religión, la enseñanza destruye la enseñanza de guardar la religión.