Cristo castigado en nuestro lugar (2 Samuel 24)

En este capítulo encontramos dos enseñanzas importantes. En primer lugar nos podemos preguntar, ¿por qué dice la Biblia que Dios incitó a David a censar al pueblo, mientras que otro pasaje dice que fue Satanás quien lo influenció? Esto no es algo sencillo de responder, pero la Escritura nos enseña que David actuó libremente, que Satanás lo tentó y que en todo esto se cumplió el plan soberano de Dios. Esto nos muestra que nada se sale del control soberano de Dios, pero que al mismo tiempo cada uno de nosotros somos responsables de nuestros actos. En segundo lugar, en este pasaje encontramos una ilustración del evangelio, pues fue necesario que se ofreciera un sacrificio para que la ira de Dios contra el pueblo se apaciguara. Además, así como David quería que él fuese castigado y no el pueblo, el Señor Jesús, siendo inocente, se ofreció en lugar de nosotros a fin de que no fuésemos condenados.

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