Nuestra gran esperanza (Salmo 17)

En este salmo escuchamos el clamor de uno que se encuentra en aflicción y dificultad. Pero no se trata de cualquier dificultad en la vida sino de la persecución y oposición que enfrenta la iglesia del Señor por parte del mundo. Cuando somos perseguidos por causa de nuestra fe y por causa de seguir al Señor Jesús, debemos recordar que tenemos una gran esperanza: que Dios nos escucha y nos cuida, pero sobre todas las cosas, tenemos la esperanza de que un día resucitaremos y seremos completamente consolados. Jesús, nuestro Mesías, también padeció oposición y grandes sufrimiento, pero él tenía la esperanza de que resucitaría y sería recibido en gloria a la diestra de su Padre. Hermano, por causa de Cristo tenemos un Padre en quien nos podemos refugiar y que ahora nos guarda como la niña de sus ojos, y un día estaremos con él para siempre. El día de la consolación está por venir. ¡Alienta tu corazón!

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