El retorno del Rey (2 Samuel 19)

Cuando el rey David regresó a Jerusalén hubo una mezcla de regocijo y tristeza entre el pueblo de Israel. Por un lado los enemigos de David habían sido derrotados, pero por otro lado, el hijo del rey había muerto en la batalla. Sin embargo, cuando el rey Jesús regrese por su iglesia, solo habrá regocijo en el pueblo de Dios y toda lagrima será enjugada y todo corazón será consolado. Ese mismo rey hoy ofrece misericordia y términos de paz a sus enemigos para que se reconcilien con él. Este capítulo también nos muestra que Mefi-boset, a quién David había mostrado misericordia, realmente tenía un corazón agradecido y su mayor gozo era poder ver contemplar a su rey. De la misma manera, la mayor bendición que nos da el evangelio es contemplar a Dios y estar en su presencia.

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