Esfuérzate por el reino de Dios (2 Samuel 10)

En este capítulo encontramos una exhortación moral, una exhortación espiritual y un anticipo de Cristo. En primer lugar, este capítulo nos muestra el gran peligro de las malas sospechas, las cuales pueden destruir matrimonios, amistades e iglesias. En segundo lugar, somos exhortamos a seguir el ejemplo de Joab y Abisai para esforzarnos a trabajar arduamente por el reino de Dios en cualquiera que sea nuestra vocación. Finalmente, este capítulo nos narra que David envió mensajeros de paz a los amonitas, pero el pueblo los humilló, lo cual nos dirige a Cristo, el Príncipe de Paz, que fue menospreciado y humillado por los hombres. Pero por esa humillación es que ahora podemos entrar en su reino y gozar de la paz y el perdón de pecados.

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