Nunc Dimittis: El cántico de Simeón (Lucas 2:21-40)

En este pasaje, Lucas introduce a dos personajes de edad avanzada que dieron testimonio de tener su esperanza en Dios y en Cristo nuestro Salvador. El primero de ellos fue Simeón, quien cuando contempló al bebé Jesús pudo descansar y morir sabiendo que la salvación había llegado. Por otro lado, Ana era una mujer anciana pero que había dedicado su vida para servir a su Señor de todo corazón y constantemente. Ella fue una mujer que testificó sobre la esperanza que Jesús había traído. Jesús es la única esperanza porque es el único que siendo Dios verdadero y hombre verdadero vivió obedientemente y murió en la cruz para dar salvación a los pecadores y una esperanza viva y segura.

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