Gustó la muerte (Hebreos 2:9)

Una verdad bien conocida por todo cristiano, pero que es necesario recordar frecuentemente, es respecto a los tormentos y sufrimientos de Cristo. El autor de Hebreos nos dice que Jesús, el Hijo de Dios se encarnó para gustar la muerte. ¿Qué significa que Cristo gustó la muerte? Significa que experimentó profundos dolores en su cuerpo; que en su alma padeció angustia, tristeza y temor; que murió físicamente cuando su alma se separó de su cuerpo; pero sobre todo, que en la cruz experimentó el infierno que los pecadores merecían. Y todo esto lo hizo en sustitución por los pecadores, para que ellos no tuvieran que ser afligidos con sufrimientos eternos. En esto se demuestra la gracia y el amor inmensurables de Dios.

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