Un líder insensato y uno sensato (1 Samuel 14)

Este capítulo nos muestra el contraste entre un hombre insensato y un hombre sensato. Por un lado, vemos al Rey Saúl prohibiendo al pueblo de Israel el tomar alimentos a pesar de que se encontraban en medio de una guerra. Esta era una regla insensata pues estaba poniendo sobre el pueblo una carga innecesaria. De aquí somos exhortados a orar para que Dios nos guarde de líderes insensatos, tanto en el gobierno, como en la iglesia y en la familia. Por otro lado, Jonatán es un ejemplo de sensatez, pues él actuaba confiando a la luz de la palabra y promesas de Dios, venciendo así al ejército enemigo solo con la ayuda de su paje. Jonatán era una sombra de Jesucristo, el Rey sensato por excelencia, quien gobierna con sabiduría a su iglesia y cuyos mandamientos no son gravosos.

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