La lucha contra el pecado (Jueces 20)

Después del terrible acontecimiento en la tribu de Benjamín, el pueblo de Israel se juntó para atacarla debido a su pecado. En esta ocasión, Israel estaba cumpliendo la voluntad de Dios al tratar con seriedad el grave pecado que se había cometido. De esto aprendemos que como cristianos debemos luchar contra nuestro propio pecado y no dejar que crezca y haga raíz en nuestros corazones. Además, vemos que la iglesia está llamada a cumplir la voluntad de Dios y ejercer la disciplina eclesiástica en caso de que un miembro en pecado no se arrepienta. Este capítulo también nos muestra el carácter santo y celoso de Dios, quien castiga el pecado, pero que en su misericordia decidió enviar a su Hijo y castigarlo en nuestro lugar por nuestros pecados.

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