Sopla sobre mí, Santo Espíritu (Cantares 4:16-5:1)

La mujer, después de haber escuchado a su amado compararla con un hermoso jardín que es fructífero y aromático, se siente incompetente para cumplir con su llamado y pide que un poderoso viento sople sobre ella. Así los cristianos, al escuchar su llamado, notan su propia debilidad e incapacidad y solo pueden exclamar, «¡Espíritu de Dios, ven y sopla sobre mi; necesito tu influencia para vivir conforme a mi llamado!» Solo por el Espíritu Santo los cristianos pueden vivir victoriosamente, en completa devoción a Dios y dando fruto abundante. Y cuando el cristiano da fruto, Cristo se deleita más en él.

Compartir: