La primera petición que Jesús hace al Padre respecto a sus discípulos es «Guárdalos en tu nombre». ¿Por qué necesitan ser guardados sus discípulos? Porque Jesús iba a partir de este mundo para ascender a los cielos y los discípulos iban a quedar desprotegidos. El mundo es un lugar peligroso para los discípulos porque estando en él lucharán contra el poder de la carne, estarán expuestos a tentaciones y recibirán oposición. Pero Cristo jamás se olvida de su pueblo, ni aun cuando está ascendido y coronado de gloria y honra. Cristo ruega a su Padre Santo y Todopoderoso que guarde a sus discípulos para que no se aparten de la fe y les de la gracia para caminar hasta llegar a la meta final. En esto podemos contemplar el amor de Cristo y su continua protección.